
No. Hoy no hay Crónica de Bahrein...
El contubernio Judeo-Masónico que no cesa, hizo que el Experto, para que ustedes puedan disfrutar del Metro Ligero, y Gallardón y la Espe puedan inagurarlo a tiempo, tuviera que trabajar el fin de semana.
De todas maneras podemos asegurarles que si ganó Ferrari, y mas aún, si ganó Massa, es que hubo trampas. TRAMPAS. TRAMPAS Y MAS TRAMPAS.
Empezando por que todos sabemos que los coches rojos corren más.
El color rojo da mas caballos.
Cualquiera que no lo sepa, es un ignorante.
Nuestro idolo-comentarista-deportivo Fraile, ya lo dijo, pero se equivocó. Él dijo que el chasis de Ferrari les daba mas caballos. Pero, no. Era el color rojo. Un pequeño descuido de un grande.
Así que, tenemos que hablar de otra cosa. Mañana, si veo la carrera, haré una pequeña crónica.
De todas maneras, pueden leer la crónica oficial ferrarista aqui.
Voy a hablar de lo que he denominado El Síndrome Pierre Nodoyuna.

Desde pequeño, uno se ve bombardeado por historias de heroes, seres que tienden a ser planos, buenos, y justos. Y que por ser buenos y justos, prevalecen sobre el Mal, que es tonto y feo.
Pero, a medida que fui creciendo, me empezaron a interesar mas los malos. Que normalmente eran mas divertidos, y estaban dotados de mayor personalidad.
Pierre Nodoyuna es el mejor ejemplo de ellos. El malo malisimo de jajejijoju de la serie de animación de Hanna-Barbera "Los Autos Locos" (Wacky Wheels en la lengua del hereje)
Pierre era genial. No solo era malisimo hasta la médula, reia malignamente, tenía un compinche llamado Patán, si no que corria con un deportivo "Ferrari Special"!!!
Mientras que del resto de corredores, para mi, solo se salvaba el Barón Von Hansfritz con su "Stuka Rakuda" (mi pasión por los aviones) llevaban coches más o menos sosos.
Por tanto, me pasaba los episodios esperando que el inutil de Pierre ganara una jodida carrera...
Pero logicamente, el concepto de malo que moralmente nos intentaban enseñar los americanos, es que el mal es tonto, y no puede triunfar.
Por tanto, mientras que un villano con dos dedos de frente (al estilo del Ozymandias de Watchmen) al coger el típico atajo que siempre cogía Pierre, iría derechito a la meta, Pierre se paraba a poner trampas para asegurar su victoria.
Trampas que como malo que era, se volvian siempre contra él.
Me imagino, que esta frustración que me producía el ver siempre perder a mi querido Pierre Nodoyuna, me marcó, y por eso, en cualquier deporte que veo, tiendo a alinearme con los perdedores...
O mejor dicho, con los no-ganadores, que uno es tonto, pero no gilipollas del todo...
Por ello, JAMAS he sido un admirador de Schumacher (si no todo lo contrario), y tampoco he ido con Rossi en las jamotos.
(Aunque no por ello no reconozca sus meritos y su clase)
De hecho, debo confesar que mi antiferrarismo, no es tal. Mi superdeportivo favorito es un Ferrari (288 GTO), y en la epoca pre-Schumi, yo iba con los Ferrari de Berger y el otro que no recuerdo, en las pocas carreras de F1 que veía.
Es por ello, y por mi admiración hacia la cultura japonesa, que vamos con Takuma Sato, que es nuestro idolo del blog.
Ademas, se suma que Raikkonen, es un soso de cojones, y que no me cae bien.
Pero, ustedes diran, que ir con Alonso esta traicionando mis principios...
Cierto, pero al contrario que otros, mi españolidad me puede, y el milagro de ver a un piloto nuestro triunfando, tambien.
Y si. Soy del Madrid, y no del Atleti. Pero es que hay ciertas cosas que no se pueden aguantar...